Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

martes, 25 de julio de 2017

El Pueblo Mbyá Guaraní


Los Mbyá Guaraní son los habitantes originales de un territorio que hoy ocupan en parte Paraguay, el sur de Brasil y el norte de Argentina. 
El pueblo Mbyá resistió la colonización impulsada por las misiones jesuíticas manteniéndose en la profundidad del bosque, y luego a dado una lucha que ha durado siglos y que se mantiene en la actualidad por preservar sus territorios, su lengua y su cultura. 
Durante su historia han debido enfrentar fuerzas poderosas que han amenazado su supervivencia: primero los conquistadores y misioneros españoles y portugueses, luego los gobiernos coloniales, posteriormente los gobiernos criollos que los obligaron a participar en las guerras que involucraron a Paraguay, Argentina y Brasil, y finalmente las amenazas más recientes de la agricultura en gran escala y los misioneros evangélicos y católicos que siguen recorriendo las comunidades, además de la irrupción de la globalización al interior de sus propias familias a través de elementos de la modernidad (celulares y television).



Hoy los mbyá viven en retazos de los grandes territorios que solían recorrer, arrinconados por plantaciones extensivas de soja, maíz y trigo que han cambiado completamente el paisaje en los últimos 20 años, transformando el bosque en pampas infinitas de monocultivos industriales.
A pesar de las continuas y persistentes agresiones que han recibido durante los últimos 500 años, los mbyá han conservado intactas una gran parte de sus costumbres y forma de vida. 
En el Opy, su casa del rezo, se reúne la comunidad al atardecer para acompañar el rezo de los Ramoi y las Jaryi, los abuelos y abuelas que lideran la vida espiritual de los mbyá. Allí se realiza el tangará, la danza circular que inician los niños y niñas, y se fuma el tabaco ceremonial en pipas o cigarros hechos con las mismas hojas de la planta.
Fuente
Raíces del Sur


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