Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

sábado, 27 de abril de 2013

La Leyenda Inca del Eclipse


Al inicio del tiempo, antes de que los seres humanos y todo lo que conocemos sobre la tierra existan y luego de crear a este planeta, Viracocha (Dios Inca creador de todo el universo), dio origen a dos astros para iluminarlo y permitir la vida sobre él, estos astros eran el sol y la luna. Uno marcaría la llegada del día y la otra de la noche una vez que su máxima creación, a la que llamaría hombre, habitara la tierra.
Pero ellos no conocían el destino para el que habían sido creados y se enamoraron profundamente, vivieron un intenso romance hasta que un día su creador terminó de formar al mundo y puso al hombre a vivir en él, entonces decidió que era el momento de crear la división entre el día y la noche, así el sol y la luna debieron separarse.
El sol al ser el más fuerte de los dos soportó con valentía el dolor de la separación y brillaba con toda su fuerza y poderío pero la luna no consiguió la fuerza para soportar no estar con su amor y solo podía brindar al mundo una luz tenue y gris que nada iluminaba. El todopoderoso Viracocha al ver la tristeza de la luna que no le permitía desplegar la intensidad de luz con la que Él la había dotado para iluminar el camino de los enamorados en la oscuridad y por no conocer que causaba tanto pesar, decidió crear brillantes estrellas que la acompañaran con sus luces en el cielo nocturno, pero esto no lograba hacer sentir mejor a la luna ya que la única compañía que la haría feliz sería la de su sol.
Mientras tanto el sol, que no soportaba ver sufrir a la luna, brillaba con más y más fuerza para intentar así que su calor llegara hasta su amada y hacer que lo sintiera más cerca de ella, de esta forma, de tanto brillar consiguió el título de astro rey, pero esta distinción no lograba matar la tristeza de saber que su querida luna era tan infeliz. La luna, que no consiguió sentir el calor del sol ya que estaban tan lejos cayó en una tristeza tan profunda que su luz se apagaba cada vez más y su pesar aumentó cuando supo que su creador había diseñado un fenómeno celeste que se apreciaba desde la tierra en el que ese planeta se interponía entre los rayos del sol y ella, esto no solo provocaba que ella no fuera visible para los hombres sino que también causaba que no pudiera ver a su amor ni siquiera de lejos como hasta antes de ese raro acontecimiento, al que los hombres llamaron eclipse de luna.
El generoso Dios al enterarse por una de las estrellas, que se había convertido en confidente de la luna, cuál era el motivo de su tristeza decidió, con su infinita bondad, crear un momento único donde los dos astros más luminosos que había creado pudieran estar juntos, este momento recibió el nombre de eclipse de sol.
Desde ese instante el sol y la luna brillan ilusionados esperando ese mágico y raro momento en el que pueden permanecer juntos en el cielo y amarse.
Aquí en la tierra los hombres esperan con impaciencia para ver ocurrir ese maravilloso evento en el que el astro sol y la luna, que finalmente logro convertirse en la luz guía de los enamorados, se aman como lo habían hecho al inicio de su existencia cuando no conocían su destino.
Pero los seres humanos no pueden presenciar este espectáculo de frente porque quedarían ciegos al instante ya que sus ojos no soportarían el resplandor de tanto amor desatado en el firmamento.
Fuente: La Hospedería del Silencio

miércoles, 24 de abril de 2013

El misterio de la ciudad perdida de Paititi


Paititi o Paitití o Gran Paitití es una ciudad legendaria de la cual se dice está actualmente perdida al este de los Andes, escondida en alguna parte de la selva tropical del sureste del Perú, norte de Bolivia y suroeste de Brasil1 (especialmente en los Estados de Rondonia y Acre). Es una "continuación" de El Dorado porque esta ciudad era rica en oro. El origen de la leyenda amazonica del Paititi continúa en 1635 cuando en las cronicas de Lizarazu, se nombra el Inca Guaynaapoc y su viaje de vuelta hasta el reyno de su padre Manco, en el Paititi, más allá del Río Guaporé (Estado de Rondonia).
En el Perú la leyenda gira en torno al héroe cultural Inkarri, quien después de fundar Q'ero y Cusco se retiró hacia la selva de Pantiacolla, a vivir sus últimos días en la ciudad de su refugio, Paitití.
Otras versiones de la leyenda habla de Paititi como un refugio de los Incas en la zona fronteriza entre Bolivia y Brasil.

En Bolivia, muchos exploradores españoles la buscaron, descubriendo pueblos indígenas que fueron evangelizados posteriormente por los misioneros. Llegaron a toparse con cantidades de oro, pero no era lo que se describía según la leyenda del Paitití.

El 4 de noviembre de 1780 se inician el movimiento de José Gabriel Condorcanqui contra la dominación española, adoptando el nombre de Túpac Amaru II, en honor de su antepasado el último Inca de Vilcabamba. Túpac Amaru se declara Inca y además Señor del Amazonas con dominio en el Gran Paititi, y jura con el siguiente bando su coronación: "...Don José Primero, por la gracia de Dios, Inca rey del Perú, Santa Fe, Quito, Chile, Buenos Aires y Continentes de los Mares del Sur, Duque de la Superlativa, Señor de los Césares y Amazonas con dominio en el Gran Paititi, Comisario Distribuidor de la Piedad Divina, etc..."

En 2001, el arqueólogo italiano Mario Polia descubrió en los archivos de los Jesuitas en Roma un informe del misionario Andrea López. En este informe, cuyo origen data de alrededor del año 1600, López habla de una ciudad grande, rica en oro, plata y joyas, ubicada en medio de la selva tropical, cerca de una catarata llamada Paititi por los nativos. López informó al Papa de su descubrimiento, pero algunas teorías conspiracionistas cuentan que el lugar exacto de Paititi ha sido mantenido en secreto por el Vaticano.

Quienes suponen que el mito refleja una realidad concreta, sugieren que la ciudad del Paititi y sus riquezas se encuentran probablemente en las selvas montañosas del sureste peruano, en el departamento de Madre de Dios, en algunos de los valles actualmente íncluidos dentro del Parque Nacional del Manú, al este del Cerro Atalaya, hacia los lugares llamados Pantiacolla en cuyas cercanías existen sugestivos montículos llamados "pirámides" de Paratoari, aunque estos llamativos montículos piramidales vistos desde el aire y recubiertos de densa yunga parecen ser formaciones geológicas naturales. (En 1996 alcanzado por el equipo de Gregory Deyermenjian y confirmado como formaciones naturales, de arenisca).

En cuanto a la malograda expedición realizada por Percy Harrison Fawcett, éste buscaba una ciudad perdida en la Amazonia en zonas próximas a las fronteras de Brasil con Bolivia y Perú, a tal ciudad le dio el nombre Ciudad perdida de Z, en las hipótesis de éste explorador tal ciudad se confundía con la supuesta del Paititi aunque más al este, en la región del río Xingú (o Shingu). Lo más probable es que Fawcett haya mal interpretado textos (en los que resonaba la leyenda del Paititi) y relatos antiguos creyendo que el sistema de grandes aldeas pobladas por amazonidos agricultores e interconectadas por pistas constituían una urbe en el sentido usual de la palabra (con palacios y edificios de mampostería).

Últimamente la estudiosa italiana Laura Laurencich Minelli ha divulgado el contenido del libro Blas Valera Exul immeritus populo suo, del jesuita Blas Valera, y dos grabados originales del 1618, donde se describe el Paititi con vista desde la selva y desde la sierra. Aunque este libro no ha obtenido el reconocimiento universal se han desarrollado nuevas hipótesis sobre la ubicación del Paititi.
Desde entonces, se han llevado a cabo investigaciones más serias asociadas con Paititi en lugares perdidos de montañas y selvas peruanas. Algunos de estos nuevos exploradores han sido el médico y explorador peruano Carlos Neuenschwander Landa, el sacerdote salesiano argentino Juan Carlos Polentini Wester, por informaciones y relatos del hacendado Aristides Muñiz Rodríguez de la zona de Lares y Lacco como lo relata el libro "Paititi En la Bruma de la Historia", y "Paititi" de Editorial Salesiana y, desde 1984, hasta fechas recientee (2007), el psicólogo/explorador Gregory Deyermenjian (EEUU) y el explorador/cartógrafo Paulino Mamani (Perú).

Expediciones para encontrar Paititi
1925 — Percy Harrison Fawcett, en la región de Mato Grosso (Brasil).
1954-55 — Hans Ertl, en Bolivia.

1972 — Bob Nichols.
1984 a 2000 — en total 14 expediciones por Gregory Deyermenjian en las más remotas zonas de alturas y selvas de las Provincias de La Convención, Calca, y Paucartambo en Cusco y de Manu en Madre de Dios, el Perú.
1997 — Lars Hafksjold, en la región de Madre de Dios (Perú).
1998 — En agosto, el joven explorador chileno Camilo Valdivieso realiza sus primeras indagaciones en los petroglifos de Pusharo y su relación con la ciudad perdida.

2000 — Investigaciones hacia el río Alto Madre de Dios, desarrolladas por Valdivieso y un grupo internacional.

2001 — En junio, la expedición Kota Mama II liderada por John Blashford-Snell localizaron unas ruinas antiguas significativas en la selva al este de Lago Titicaca en Bolivia, las cuales se creen que ya eran descubiertos antes por Hans Ertl.

2002 — Jacek Palkiewicz, en la región de Madre de Dios (Perú).
2002 — Camilo Valdivieso accede hacia cercanías de las nacientes del río Sinkibenia, encontrando importantes evidencias arqueológicas sobre la presencia Inca en zonas no exploradas anteriormente.
2004 — En junio, el equipo de exploración Quest For Paititi de Deyermenjian y Mamani descubrieron varias ruinas incas importantes a largo de la Carretera Inca de Piedra, encima de la cumbre del¨"Último Punto" en el norte de la región de Pantiacolla, Perú.
2005 — la expedición más reciente de Thierry Jamin y Herbert Cartagena.
2006 — Paititi Expedición: Más Allá de la Meseta de Pantiacolla y al Alcance Más Extremo de los Incas, llevado a cabo por Gregory Deyermenjian y Paulino Mamani en junio del 2006, al Río Taperachi norte del Yavero. Aquí encontraron los asentamientos más lejanos hasta ahora identificados de los Incas, más allá de los restos que encontraron en las zonas montañosas en el “Último Punto” en 2004.
2006 — En noviembre, la expedición Destinia.com liderada por Juan José Revenga proponía buscar Paititi en la región del Rio Madre de Dios.
2008 — En diciembre, el Genetista franco-peruano Jhoan Garcôa Tapia inicia la búsqueda del Paititi en la región Cusco - Apurímac.
2009 — En junio, el investigador italiano Yuri Leveratto y las guías peruanas Fernando Rivera Huanca y Saul Robles Condori llegan a la Cumbre del cóndor, una de las Pirámides de Pantiacolla, comprobando su origen natural. Describen también algunos petroglifos de origen amazonico en el Rio Inchipato.
2011 - En septiembre, los investigadores Gregory Deyermenjian, Ignacio Mamani, Alberto Huillca, Yuri Leveratto y Javier Zardoya, en una expedición en la cual hallaron las ruinas de la Ciudadela pre-inca de Miraflores.
Fuente: Blog Mundos Paralelos

jueves, 18 de abril de 2013

Pueblos Originarios Actuales en el Territorio Argentino



La Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2.004 – Complementaria del Censo Nacional de Población y Viviendas 2.001 y el Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios (con un trabajo de relevamiento entre los años 2.008 y 2.013) permiten determinar el autorreconocimiento de 38 Naciones Originarias.

La mismas se detallan a continuación:

1- Atacama.
2- Ava Guaraní.
3- Comechingón.
4- Chané.
5- Charrua.
6- Chicha.
7- Chorote.
8- Chulupi.
9- Diaguita.
10-Guaycuru.
11-Huarpe.
12-Lule.
13-Mapuche.
14-Moqoit.
15-Mbya Guaraní.
16-Ocloya.
17-Omaguaca.
18-Avipón.
19-Yámanas.
20-Yáganes.
Niñas Mbya Guaraníes - Foto: Pablo Martín Longo Laporte.
21-Quechua.
22-Pilagá.
23-Qom.
24-Qolla.
25-Querandí.
26-Rankulche.
27-Selk'nam.
28-Tastil.
29-Tapieté.
30-Tehuelche.
31-Tonokote.
32-Tilian.
33-Tilcara.
34-Vilela.
35-Wichi.
36-Yojwis.
37-Sanavirón.
38-Nivaclé


Fuentes: Silvia Hirsch y Adriana Serrudo en “La Educación en comunidades indígenas de la Argentina: de la Integración a la Educación Intercultural Bilingüe” – Página 40.

-Pueblos Naciones Originarias en la Actualidad del Encuentro Nacional (Argentina) de Organizaciones Territoriales.

lunes, 15 de abril de 2013

Andresito


Imperecedero poema escribo y hecho chamamé por Julian Zini


Para la historia oficial
fuiste siempre un bandolero,
General improvisado
de un ejército harapiento;
profanador de costumbres,
de apellidos y abolengos;
usurpador de la tierra,
vengador de tus abuelos…
Para nosotros, en cambio,
tu nombre seguirá siendo
la sagrada rebeldía
de una dignidad sin precio,
que se aguanta la pobreza
y sobrevive al saqueo…
Hijo fiel de tus mayores,
peleando por tus derechos…!

Aquí donde no hace mucho
vivíamos compartiendo
la comida y la plegaria,
la música y el festejo…
ahora estamos enfrentados
entre hermanos, casi en cueros;
una vez más invadidos
y apenas sobreviviendo…
General Guacurarí,
que llegás montado en pelo,
tu sombra pasa y nos libra
de las coyundas del miedo…
Con sólo decir tu nombre
vuelve a soñar nuestro pueblo,
resucita la esperanza
y nos juntamos de nuevo…!



Che Comandante Andresito,
montonero guaraní,
según sea el invasor,
sos aguará o jabalí…
Sos tábano bajo el sol
y a la sombra, mbariguí…
¡Centinela de la Patria,
de Iguazú a Mandisoví!
Sos la memoria viviente
de Oberá y Mbororé…
que lo diga el español,
que lo diga el portugués…
¡Sos Dignidad, sos Justicia,
sos Patria Grande de pie!
Una vez más, por nosotros:
¡Volvé,Andresito, volvé!


¡Pueblos libres! ¡Pueblos libres!

Se oye el grito y se oye el eco
que desciende por los ríos
y va trepando los cerros…
Y ese grito libertario,
como una bandera al viento,
va delante de Andresito
y está en la boca del pueblo…!

De San Borja a Porto Alegre,
maniatado en cuero fresco,
te llevaron caminando
como antaño a tus abuelos…
Te engrillaron los tobillos,
pero no tu viejo sueño
que, según se rumoprea,
logró escapar y anda suelto…!
Paisano de San Martín,
hijo de Artigas sabemos
que tu lanza montonera
marca el rumbo verdadero…
Y en las fronteras del alma,
junto al río de los sueños,
tu sombra sigue de guardia
igual que un tigre en acecho…!


Gentileza de: Guaraní Reko 

jueves, 11 de abril de 2013

Aborigen, su significado.


La palabra aborigen en su etimología proviene del latin “ab origine” que significa desde el origen o desde el principio, y se utiliza para referirse a los pobladores que habitan un territorio desde sus comienzos, oponiéndose a la población que luego ocupó el territorio.

Los aborígenes americanos impropiamente son llamados indios pues los conquistadores europeos creyeron haber llegado a las Indias Orientales, pues ese lugar era su objetivo al intentar hallar una ruta alternativa hacia el país de las especias, dominada la ruta hasta entonces utilizada (por África) por los turcos.
El concepto de aborigen hace referencia a alguien o algo originario del suelo en que vive. En este sentido, puede nombrar tanto a una persona, como a un animal o a una planta.

Cuando el término se refiere a una persona, se utiliza para nombrar al primitivo morador de un territorio, por lo que se contrapone a quienes se establecieron posteriormente en la región.

Distintas estadísticas señalan que, en la actualidad, existen cerca de 350 millones de aborígenes en todo el planeta. Mientras algunas comunidades asimilaron costumbres del mundo occidental, otras siguen siendo nómadas o mantienen formas ancestrales de vida. Se calcula que hay unos 5.000 pueblos con sus propias particularidades lingüísticas y culturales.


viernes, 5 de abril de 2013

El origen del Gualok o Algodón – Leyenda Qom


Cuenta la leyenda, que en lejanos tiempos, en el Gran Chaco, los indios eran felices, no se conocían las estaciones porque no había cambios de clima, ni fenómenos atmosféricos. En esa armonía y felicidad los indígenas brindaban todos sus tributos a Naktánoón (el bien).

Esta actitud puso furioso a Nahuet Cagüen (el Mal) que vivía en las tinieblas, que para vengarse y calmar su ira creo a  Nomaga (el invierno). Satisfecho de su obra se dirigió al pueblo indígena diciendo:
Ja, ja, ja, morirán de frío. Mi nuevo servidor los hará padecer y se les helará la sangre en las venas. El sol no brillará en el cielo chaqueño. Un perpetuo nublado cubrirá la tierra toba. El invierno será helado y dañino. La naturaleza irá pereciendo. Los indios gritarán y se retorcerán implorando a Naktánoón que les dé calor y castigue a Nahuet Cagüen.

Fue entonces cuando cuatro embajadores: el palo borracho, la planta del patito, el picaflor y la viudita que eran los preferidos y los más escuchados, a lo alto suplicaron a Naktánoón que derrame calor sobre la tierra.


Compadeciéndose Naktánoón, los convierte en una flor, la flor del algodón llamada Gualok por los Qom,  que tiene un atributo de cada embajador. El calor de la planta del patito, el capullo como el palo borracho, la bandada del picaflor y la blancura de la viudita.

Despejado el cielo de nubes, la flor Gualok llega a la tierra y se abre, mientras siguen resonando los tambores indios y las semillas vuelan y vuelan, y al caer nuevos algodonales nacen... nuevas semillas... y nuevos algodonales hasta que todo el territorio se cubre de blanco. El urunday se hace telar para tejer la hebra suave del algodón convirtiéndose en níveas túnicas que cubren a los hermanos originarios dándoles calor de vida.




El canto aborigen se eleva. El bien ha vencido. Ante todo lo acontecido Nahuet Cagüen enfurecido nuevamente y en un último intento, maldiciendo, se convirtió en el lagarto rosado plaga del algodón.

Fuente: leyendasymitosoriginarios.blogspot.com.ar